“Las
rayas de los dibujos son los
límites
que creemos que las cosas tienen”
La novela de
Afonso Cruz cuenta la historia de un pintor. Más allá de la anécdota de que
éste durante un tiempo se escondió bajo el lavaplatos de una familia
portuguesa, en su afán de salvar su vida de la amenaza nazi, el libro se centra
en el complejo carácter del artista, en cómo se desprende de todo para poder
dibujar, de cómo al hacerlo va perdiendo su vista, en una bella metáfora sobre
la luz y la oscuridad, entre los ojos encendidos y los ojos apagados.
Afonso Cruz reúne en este libro una
serie de reflexiones en torno a la naturaleza humana y del arte en un rico
tejido poético de una exquisita belleza. En torno a la vida de Sors, el pintor
que vivió debajo de un lavaplatos, el libro se ve nutrido de un sutil magnetismo
que inhibe el soltarlo, pues una vez se empieza a leer es difícil parar. Así mismo
los capítulos resultan concisos y llenos de una riqueza discursiva impecable. El pintor debajo del lavaplatos se
convierte en un texto fantástico donde la vida y la luz son indivisibles, donde
la amenaza de verse inmerso en un oficio afecta el comportarse realmente como
un ser humano.
Esta novela fue una de las más
vendidas en la pasada edición de la Feria del Libro de Bogotá, donde Portugal
fue el país invitado de honor. Sin duda el carácter carismático del autor colaboró
con las ventas pero, más allá de ser un mero fenómeno editorial, la novela de
Afonso Cruz es una excelente primera aproximación a la literatura portuguesa
contemporánea, una elegante invitación a sumergirse en los misteriosos ámbitos literarios
de un país enamorado del mar, la melancolía y la aventura. El pintor debajo del lavaplatos es una novela aprehensible y supone
una rica experiencia de enriquecimiento personal para cualquier persona.
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