<< No importa que el gato sea blanco o negro
con tal de que cace ratones>>.
Den Xiaoping
La novela de
Iván Thays, finalista Premio Heralde de Novela 2008, es la historia de una
carta no escrita. Un periodista se ve obligado a cubrir la visita del
presidente a un poblado peruano llamado Oreja de Perro. Allí se enfrentará a
los laberintos del recuerdo. El hilo de la memoria sólo conseguirá extraviarlo
entre los oscuros recovecos de las imágenes que componen su pasado: su hijo
muerto, la esposa que lo ha abandonado y a la que no puede escribirle una carta
de respuesta. El lenguaje de los espectros es el único registro de sus
vicisitudes. En el pueblo entretejerá relaciones con seres que acaba de conocer
y fantasmas del pasado que configuran su existencia. Así, un amnésico que
aprende chino, un fotográfo cínico y una indígena embarazada con dones de
vidente se convertirán en metáforas del comportamiento humano y reflexiones sobre su vida misma.
Las estrategias del recuerdo, las
fotografías físicas y mentales que almacenamos en la atropellada existencia
humana, confluyen con un muestrario de lugares comunes revestidos de nuevos y
complejos significados. La incapacidad de cargar con el peso de los días, la
tortuga que lleva a su lomo su casa y su armadura es el personaje principal de
la novela: un periodista que usa su pasado para protegerse de los días, pero
cuyo peso lo agobia y le impide seguir el ritmo normal de la vida humana.
La novela de Thays es una excelente
referencia a la nueva narrativa peruana. Abandonando el registro naturalista,
Un lugar llamado Oreja de Perro es una novísima experiencia de lectura, donde
el pasado y el presente confluyen sin poder discernir de cuál de ellos
renunciar. Alabado por Vargas Llosa y Bryce Echenique, entre otras celebridades
del ámbito literario, Thays se perfila como uno de los nuevos y más importantes
de la literatura latinoamericana contemporánea.